miércoles, 20 de octubre de 2010



La novia

Se apareció de pronto en la estación Retiro
Vestida, toda ella, como un blanco jazmín.
Y era, entre el sordo rumor de los transeuntes,
como una nota aguda, nacida de un violín.

¡Hoy me caso! ¡Me caso! Anunciaba triunfante.
Pidió a un guarda sonriente, la dejara pasar.
Y paseó en el andén, ella, su algarabía,
y el vestido de novia adornado de azahar.

Luego subió en el subte para observar, dolida,
la tibia indiferencia de los demás.
¡Hoy me caso...! ¡Me caso...y nadie dice nada...!
¡Mi novio está esperando junto al altar!

Bajó en Lavalle, punto de su rutina,
que diariamente cumple subiendo a un tren.
Anunciando una boda que nunca llega.
Paseando su locura sobre un andén.

¡Tantas locuras pasan inadvertidas...!
La tuya, pobrecita, tuvo un color...
Yo me quedé pensando: ¿Cuál es tu historia?
Tu locura, muchacha, ¿fué por amor?


            
                                                                                      

                                                                                        Norma Antonia Martin

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